El ejercicio regular puede ayudar a evitar el encogimiento cerebral

En el día de hoy nos encontramos con la siguiente noticia:

El ejercicio regular puede ayudar a evitar el encogimiento cerebral y otros signos vinculados a la demencia, según ha mostrado un estudio realizado en la Universidad de Edimburgo (Escocia), en el que han participado 638 personas mayores de 70 años...

Y es que, es conocido que la estructura y funcionamiento del cerebro se deterioran con el paso de los años y que, además, el cerebro tiende a encogerse produciendo una pérdida de memoria y capacidades cerebrales. En este sentido, diversos estudios han mostrado que las actividades sociales, mentales y físicas pueden tener un rol protector para prevenir este deterioro...

"Las personas de años 70 que realizaban más ejercicio físico, incluida una caminata varias veces a la semana, mostraron menos encogimiento cerebral y otros signos de envejecimiento del cerebro que aquellos que eran menos físicamente activos", ha comentado uno de los investigadores Alan Gow…

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El ejercicio físico es tan importante como el llevar una dieta equilibrada. La actividad física, contribuye a moderar los cambios cognitivos y funcionales propios del proceso de envejecimiento, manteniendo la plasticidad cerebral.

Debemos diferenciar entre la actividad motriz, que se desarrolla en las actividades de la vida diaria, y la actividad física, definida como los movimientos y prácticas corporales que realizamos de manera regular y sistemática para mejorar o mantener la competencia funcional.

Los beneficios de la actividad física, practicada de manera constante son:

• Disminuye el riesgo de aparición de determinadas enfermedades como osteoporosis, diabetes o hipertensión.
• Mejora la evolución de las enfermedades crónicas como diabetes o cardiopatías.
• Retrasa o compensa la invalidez o dependencia de la persona mayor.
• Aumenta la condición física de la persona en diferentes dimensiones como, capacidad muscular, la resistencia, la movilidad, la flexibilidad, la agilidad, la velocidad y la coordinación.
• Produce efectos favorables sobre el metabolismo, regulando la presión sanguínea y la previniendo la obesidad.
• Contribuye a reducir la depresión y la ansiedad.
• Ayuda a conservar las funciones cognitivas como la atención y la memoria.
• Favorece el establecimiento de relaciones interpersonales, contribuyendo al fortalecimiento de redes sociales.

De este modo se habla de la actividad física como una actividad preventiva. Es por ello que se recomienda a los profesionales que trabajan con el conectivo de la tercera edad la promoción de la actividad física a un nivel de intensidad adaptado a las capacidades físicas de la persona, como parte de un estilo de vida saludable en personas mayores. Sea cual sea el tipo de ejercicio que se promueva, es importante que resulte atractivo y que encaje con las posibilidades e intereses de la persona.

La OMS estima que la falta de actividad física, conjuntamente con dietas inapropiadas y consumo de tabaco, causa la mayoría de las enfermedades coronarias prematuras y aumenta el riesgo de cáncer, diabetes, presión arterial elevada, osteoporosis, depresión y ansiedad.

El fomento de la actividad física, debe implicar tres tipos de intervenciones:

1. Intervención asistencial: se refiere a la promoción de la actividad física que se realiza desde los sistemas de salud, de este modo, se puede proporcionar consejos permitiendo una mayor concienciación de las personas mayores, en cuanto a la actividad física como modo de prevención de enfermedades.
2. Intervención social: al mismo tiempo, es necesario llevar a cabo actuaciones que modifiquen el entorno de actuación de las personas mayores con el fin de minimizar las limitaciones de la actividad física. En este sentido conviene cambiar los ambientes que promueven la inactividad, como la inseguridad de las ciudades.
3. Intervención comunitaria: resulta interesante la realización de proyectos en los que participen asociaciones, colectivos de personas mayores, servicios sanitarios y de salud.

Os dejamos el enlace con el Libro Blanco del Envejecimiento Activo (2011), un documento elaborado a iniciativa del gobierno de España que guia las políticas dirigidas a mejorar la calidad de vida de las personas mayores.

Libro Blanco del Envejecimiento Activo (16617 Kb. pdf)